El grupo de investigación Cerebro y Dolor (BaP, por sus siglas en inglés) nació con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren dolor crónico aplicando conocimiento de vanguardia acerca de las bases neurales del procesamiento y la modulación del dolor.
El fracaso de las intervenciones farmacológicas y quirúrgicas para controlar el dolor es evidente en los pacientes con dolor farmacorresistente y refractario. Esto indica la necesidad de un cambio de paradigma en el tratamiento del dolor, pasando de una estrategia basada en el diagnóstico a otra basada en el conocimiento de los mecanismos que explican por qué el dolor se cronifica.
En BaP entendemos el dolor como una experiencia compleja en la que influyen factores psicológicos, biológicos y sociales. Por ello, proponemos una evaluación exhaustiva de las respuestas del sistema nervioso central y de los mecanismos de plasticidad cerebral que explican el dolor crónico, con el objetivo de identificar biomarcadores y desarrollar estrategias de intervención más individualizadas y especializadas.
Además, estamos interesados en probar tratamientos alternativos para el control del dolor, basados principalmente en técnicas de neuromodulación. Estas técnicas son innovadoras, rentables, se integran fácilmente en los servicios sanitarios y pueden aplicarse tanto en los centros de salud como en el domicilio del paciente.